En estas horas habló una de las figuras que Juan Román Riquelme quiere para Boca Juniors, el que dejó varias frases interesantes. “Es un jugador joven y habilidoso. Se nota que es bastante sinvergüenza con la pelota y ya no hay tantos jugadores como él, que se animen a ser tan sinvergüenzas dentro de la cancha, y eso hay que valorarlo mucho”, fueron las palabras con las que el vicepresidente segundo definió a Facundo Pellistri, la joya que tiene Peñarol y por el que todos los equipos se pelean.
Así, durante la despedida de Diego Forlán, JR demostró su interés por el chico de 18 años que jugó poco en Primera pero que ya mostró grandes condiciones. Y, ahora, varios meses más tarde, Pellistri habló sobre la posibilidad de jugar en Boca. “Se habló de Boca y… ¿a quién no le gustaría jugar en allí? Pero si pudiera dar el salto a Europa, lo daría”, dijo el futbolista de 18 años en diálogo con De una con Niembro.
Prácticamente abrió y cerró su posibilidad de jugar en el Xeneize. Es que el uruguayo está siendo sondeado por Real Madrid, Atlético Madrid, Napoli y Manchester City, entre muchos otros clubes grandes del Viejo Continente. Quien también había mencionado la posibilidad y confesó el interés de Boca por Pellistri fue el propio Forlán, tras la palabra del máximo ídolo del club azul y oro.
“Si llega una oferta de Boca Juniors, y el jugador decide irse, lo hará. Sabemos que será difícil mantener a Pellistri mucho tiempo más”, tiró el ex delantero y actual entrenador. Y vaya que tenía razón, ya que en Europa se pelean por el chico que está valuado en 6.000.000 de dólares. Si bien no hay negociaciones firmes en la actualidad, en La Ribera no dejan de soñar con él.
Pellestri, quien nació el 20 de diciembre de 2001 en Montevideo, juega por afuera, como volante ofensivo o extremo. Se caracteriza por su velocidad y por su desequilibrio (por eso la definición de “sinvergüenza” de Riquelme). Tiene tantas condiciones que pegó el salto directamente de Quinta a Primera. Así, sin escala, como probablemente haga con su carrera yendo a Europa, sin pasar por el Xeneize, como hubiese querido Román.
