Paula González, jueza criminal y correccional, detuvo a un farmacéutico involucrado en la millonaria venta de barbijos a la Ciudad de Buenos Aires. Estos realizaron un pago por adelantado de $170 millones, lo que ha causado una enorme polémica en las últimas horas. El detenido es Damián Andrés Nevi, un intermediario que firmó un contrato con la empresa E-ZAY, proveedora del Gobierno porteño.
Fue la Justicia la que ordenó un allanamiento en su casa, donde la Policía encontró en el momento más de $700 mil en efectivo, además de que logró congelar $60 millones depositados en una cuenta bancaria. Según lo que consiguió Infobae, mediante fuentes judiciales y policiales, automáticamente pidieron el arresto del mencionado.
Por esta investigación sobre la compra de los barbijos, hay un cruce de expedientes judiciales que podría generar un conflicto de competencia. El Gobierno de la Ciudad hizo una denuncia por estafa ante el fiscal porteño Maximiliano Vence, que está a cargo de todas las causas derivadas del COVID-19. Pero la empresa E-ZAY se adelantó con otra denuncia en el fuero criminal y correccional.
Después de lo que fueron escuchas telefónicas y tareas de seguimiento, Nevi fue detenido en un domicilio del partido de Merlo, en la provincia de Buenos Aires. Si bien esta tarde declaró ante la jueza González, que ahora deberá resolver un pedido de excarcelación presentado por su defensa, todo seguirá de acuerdo a lo que la justicia diga.
Dicho farmacéutico iba a ser el proveedor de los barbijos que tenían que llegar a la Ciudad, pero ahora deberá esperar una sentencia de la jueza. El 2 de abril, E-ZAY le transfirió $60.500.000 a una cuenta del Banco Credicoop, siendo el dinero que acaba de ser congelado por la justicia, de acuerdo a lo que ordenó Paula González.
Según lo que dictó el medio citado anteriormente, la causa inició el 30 de marzo, cuando el Gobierno de la Ciudad le compró a la empresa “E-ZAY SRL” un total de 5 millones de barbijos. Fue una contratación directa basada en la emergencia sanitaria. Tres días después, sin consultar los antecedentes de esa firma ni recibir un solo barbijo, se transfirieron por adelantado $162.350.000 (eran $170 millones, menos los impuestos).
