El volante del París Saint-Germain, Leandro Paredes, contó que quiere volver a vestir la camiseta de Boca Juniors y resaltó varios temas de relevancia. En un futuro, el 5 de la Selección Argentina quiere volver a casa. Además, elogió a Riquelme, habló de Cavani, Podolski y recordó la patada de Orión. Por último, defendió a De Rossi y asegura que le hubiera gustado compartir con él en el Xeneize.
Desde que estaba en las inferiores de Boca, Leo Paredes era apuntado como el heredero de Juan Román Riquelme. De hecho, el actual vicepresidente segundo del Xeneize se había encargado de sumarse a esa teoría en el 2012: “Es el momento de que demuestre lo bueno que es. Cuando Riquelme dijo que yo era su sucesor, sentí mucha alegría. No pude jugar mucho junto a Román porque lamentablemente en ese momento jugábamos en la misma posición. Adelante mio tenía al mejor de la historia del club en esa posición”.
Ya ha mencionado sus ganas de volver
“Siempre lo dije, me hubiera gustado jugar más de lo que me tocó, pero las cosas se dieron así. Enojado no me fui, sí triste. Volver a Boca es una meta. Quiero volver bien, no para retirarme. Ayudar al club y devolverle al algo de todo lo que me dio”, dictó el mediocampista que milita en la Ligue 1, haciendo foco en sus ganas de estar nuevamente en el club de La Ribera.
Por otra parte, repasó también la patada de Agustín Orión, que fue uno de los factores que incidieron en su salida del club, aunque le restó importancia. “Dejen tranquilo a Agustín, ya pasó mucho tiempo. Nunca volví a hablar, pasó hace mucho y pasa en todos lados. Tuve la mala suerte de salir lastimado, no sé si me quiso lastimar”, resaltó.
Leandro también habló sobre si ya había charlado con Edinson Cavani y su posible llegada Boca, uno de los sueños Xeneizes en los últimos meses. “No, todavía no, ja. Leí que Lukas Podolski quería ir a Boca. Yo le diría que vaya”. A su vez, repasó como era su relación con Daniele De Rossi en Roma: “Con él fui compañero por tres años y hablábamos de Boca. Fue con el que más relación tuve en el club. Apenas llegué, me trató de la mejor manera y me invitó a comer porque yo estaba en la pensión de Roma. Me dio pena que no pudiera disfrutar tanto del club, pensé que podía darle muchísimo porque era un jugador perfecto para Boca“.