River Plate tiene un nuevo objetivo este año y es poder alcanzar nuevamente el título de la Copa Libertadores de América, el que se les escapó en tres minutos el año pasado ante Flamengo. La remontada de los brasileños no cayó muy bien, estando tan cerca de sumar un nuevo título internacional en la vitrina. Ahora, más complicaciones para la corriente edición.
La buena noticia del Binacional se convirtió en un lamento para el “Millonario”, teniendo en cuenta el campo en el que hacen de local. Es que el conjunto peruano tiene lista la iluminación artificial de su estadio y solo resta la aprobación de la Conmebol para que pueda ser local en la Copa Libertadores, lo que obligaría al elenco de Núñez a viajar a los 3.824 metros sobre el nivel del mar de la ciudad de Juliaca.
Hasta ahora, Binacional no contaba con los 1.000 lux de potencia que exige la Conmebol, algo que ya quedó en el pasado. Este fin de semana, ante UTC Cajamarca, tendrá la oportunidad de estrenar sus obras y recibir luz verde para hacer de local en su casa contra el subcampeón de América, el que no está contento por esta noticia.
Siendo así, River disputará el partido más alto de su historia. Anteriormente, San José de Oruro, rival al que visitó en la Libertadores 2015 (y con el que perdió 2-0) juega en 3.735 metros. Hasta ese momento, ese cotejo había sido el más alto en todos los tiempos del club, pero ahora habrá un nuevo récord para los argentinos.
El estadio de Binacional, con 3.824 metros de altura, está sólo debajo de otros que quedan en Puno (mismo departamento que el de Binacional), Potosí, El Alto (ambos en Bolivia) y Cerro de Pasco, una ciudad peruana que tiene una cancha a 4.338 metros. De esta manera, un reto más que complicado el que se acerca para Marcelo Gallardo.
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Ahora, River tendrá dos encuentros en la altura durante la fase de grupos, ya que debutará ante Liga en los 2.850 metros de Quito y luego chocará contra Binacional. No obstante, el tercer rival del grupo será un peso pesado como San Pablo de Brasil. Claro está que no es el grupo más fácil, pero no pierden las esperanzas.