El Presidente Alberto Fernández decidió no modificar su idea política de apoyar y enviar al Congreso la ley de legalización del aborto, pese a la postura de la Iglesia Católica de convocar a una misa para el próximo 8 de marzo en la Basílica de Luján. La iniciativa será anunciada oficialmente durante la Asamblea Legislativa del 1° de marzo.
Este considera que el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo amplía los derechos en la Argentina y no se interpone a Francisco. Luego de la audiencia concedida en la Biblioteca Vaticana y el apoyo explícito a la posición del país ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mandatario aseguró que no habría tensiones.
“Francisco conoce a Alberto (Fernández) y entiende su pensamiento y sus razones políticas. Nosotros vamos a defender nuestros principios. Cada uno cumple el papel que tiene en la sociedad. Nosotros no vamos a cambiar, y el presidente tampoco”, comentaron en las cercanías de Santa Marta.
“Traición es una palabra fea. Y no corresponde. El Presidente y el Papa tienen una relación franca. Y en el tema de la deuda externa tienen una coincidencia perfecta. Y eso lo explicitó Francisco cuando apareció en el seminario de esta semana. Él (Francisco) va a apoyar a la Argentina, al margen de los presidentes. Hay coincidencias en la deuda, y fuertes desavenencias con el aborto. Pero eso no puede ser calificado de traición”, acotaron.
Además, la jerarquía eclesiástica también sumó: “En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer y con motivo del anunciado tratamiento legislativo del proyecto de legalización del aborto, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina invita a todos los obispos a concelebrar en la misa que tendrá lugar en la Basílica de Lujan, el domingo 8 de marzo a las 11, para pedir por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”.
“En la Argentina el aborto es un delito. Es un extraño delito donde casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto, pero todos sabemos que el aborto existe. ¿Cuál es el problema de que exista un delito de aborto? Que todo aborto se vuelve clandestino y en la clandestinidad el riesgo de vida y el riesgo de salud de la mujer se potencia”, culminaron.