Diana Taurasi, nombrada como la mejor de toda la historia, habló con la prensa y contó lo que siente por Argentina y Estados Unidos. Sus padres son argentinos y nació en Norteamérica, por lo que es la gran estrella de la WNBA desde hace varios años. En un diálogo con los medios, respondió a varios temas de relevancia de la actualidad, además de comentar su pasión por la celeste y blanca.
“Yo siento que soy tan argentina como estadounidense, le podés preguntar a mis compañeras de selección cómo me comporto cuando estamos en un Juego Olímpico o un Mundial. Pensá que en mi casa se habla castellano, se toma mate, se come facturas, milanesas, empanadas, asado, tripa, pollo al galeto, hablamos todo el día de fútbol… Yo viví casi toda mi vida en Estados Unidos, pero llegaba a mi casa en Los Ángeles y era como llegar a Argentina. Además viví un año en Rosario que me dejó marcado de por vida”, comenzó resaltando.
“Fue un día hermoso: caminé, me comí un risotto de vegetales, me tomé un cafecito, entré a una panadería. Reviví las memorias de aquel año que viví en Rosario, en el 94. Fue increíble, inolvidable para mí en todo sentido. La familia tenía planeado quedarse a vivir allí, pero algo pasó en Estados Unidos y nos volvimos”, explicó Diana, haciendo foco en sus mini vacaciones por Buenos Aires.
Con respecto a las máximas figuras argentinas en el mundo del deporte, Taurasi dijo: “Lo siento así, como cualquier argentino. Me falta conocer a Messi, me encantaría. Con Maradona me saqué las ganas en el 2008, cuando estábamos en China y fuimos a ver a la Selección. Se lo pedí especialmente a Adam Silver, el comisionado de la NBA que justo estaba con nosotros. Logró conseguirme un rato con Diego y aún conservo la foto que nos sacamos. Con Manu he estado bastante cuando él iba a jugar a Phoenix (NdeR: ella es la estrella de Phoenix Mercury de la WNBA). También con Luis (Scola) cuando jugaba en los Suns y con Pepe (Sánchez) en los Juegos Olímpicos. Siempre me gustaba charlar con ellos y preguntarles de todo del país”.
“Me encantaba jugar al fútbol. Estaba todo el día con las rodilleras y los botines. Jugaba los dos, pero cuando volví a Estados Unidos y empecé la secundaria, tuve que elegir… Igual, me sigue encantando el fútbol y con mi papá, ex jugador, miramos muchos partidos. Yo, si hay un partido de la Selección y otro de los Lakers, miro el de Argentina. Y hay un partido de Central o de los Suns, miro el de Central. No tengo dudas”, culminó diciendo la mejor jugadora de básquet de la historia.